Confraternizando con Diogenes

La noche del viernes pasado esperando a los compañeros para irnos de Cena de Navidad me saludó un compañero de mi empresa con el que no tengo relación, pero me hace recordar una historia que me ocurrió con él hace unos años. Dos amigos del trabajo ya conocen la historia y cuando por alguna causa se acuerdan de ella siempre hacen risas con la situación que ocurrió.

Este individuo no tenía, ni tiene coche y habitualmente se iba con otro compañero que lo recogía, cuando este se iba de vacaciones me pedía a mi que lo llevara. Aquel verano se fué conmigo bastantes días y supongo que en agradecimiento un día apareció con una bolsa de plástico voluminosa que ocultaba algo bastante pesado, una vez que nos bajamos del coche y de camino a la oficina me da la bolsa y me dice que es para mi por haberlo traído y llevado todos esos días. Dentro de la bolsa había un bidón de plástico de unos 5 ó 6 kilos lleno de aceitunas, una vez que se hubo ido para su lugar de trabajo y yo para el mio observé bien el contenido, eran aceitunas en agua que yo se que tiempo llevarían dentro del bidón pero imaginaos ¡estaban arrugadas! y eso que estaban en agua, increíble. De la bolsa que cubría la garrafa ni hablar, tenía mas mierda que el palo de un gallinero, solamente mirarla desde lejos daba asco. Me quedé un rato mirando todo esto sin habla y analizando que había hecho yo para merecer esto.

Dejé la asquerosa bolsa y su extraño contenido bajo la mesa de la oficina bien al fondo donde no se viera, porque desde luego era difícil de explicar a nadie del trabajo que me hubiese preguntado por aquella 'cosa' y fuí a lavarme las manos con mas ganas que nunca en toda mi vida. Cuando llegó el final de la jornada a la hora de salir procuré no coincidir con nadie, cosa difícil, por tal que no me preguntaran que era aquello. Una vez en el coche me sentí liberado, menos mal que aquel día el individuo de marras no regresó conmigo. Estaba deseando encontrar un sitio donde parar y tirarlo, no me iba a presentar en casa con aquello tan asqueroso, por fin a mitad de camino encontré un sitio donde tirar los 5 kilos de aceitunas, la garrafa y la maravillosa bolsa de plástico todo de una tacada. Quien sabe de que contenedor había salido aquella cosa.

Tenia que haberlo supuesto, por las cosas que me contaba, se había encontrado un vídeo en la basura que según él estaba nuevo, una maleta que alguien había tirado en un estado perfecto, etc..., después a lo largo de estos años le he visto un montón de veces sin pudor ninguno tirado de boca en los contenedores de la basura buscando cosas que según él la gente tira nuevas. Es incomprensible, no lo necesita, tiene trabajo y un sueldo digno.